lunes, 1 de septiembre de 2025

Morriña

 Siempre hay algo de nostalgia cuando te despides de tu lugar seguro. Por eso, esta vez, lo he hecho con antelación. La celebración de mi cumple ha despedido al veraneo, así que me he tomado unos vinos, un cóctel y he dicho: mañana hablamos y nos vamos viendo.

Y no sucedió. No las he visto. No he dado ese último abrazo porque en el fondo no me voy del todo. Siempre dejo la puerta abierta y sobre todo el corazón. Es una pausa hasta que las vuelva a ver. Botón de mute, y como si no pasara el tiempo.
Pero duele, se me encoge el estómago. Me produce náuseas y vértigo.
- ¡Qué mal! -me digo.
Pero están a un billete de tren y 4 horas de viaje. Nada que ver como cuando estuve en Barcelona. Pero aún así, duele.
No es tanto la distancia física como la distancia emocional que tienes que poner para no vivir entre dos aguas, para no estar allí pero tampoco aquí. Para no estar en ninguno de los lugares al 100% y con la cabeza despistada.

Quizá, ahora que empieza septiembre, es momento de poner en orden la cabeza y sobre todo, el corazón.
Ay, la morriña.

sábado, 22 de marzo de 2025

Desiertos

 Quizá el primer paso para salir del desierto es querer salir de él. 

Intuir, descubrir que hay algo más allá de la arena infinita. 

Estar a punto de morir de sed para que luego la vida te desborde de alegría y te colme.

Dejar morir quien eras, mudar esa piel herida y empezar de cero.




Vuela alto.

22/03/25